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17 de noviembre de 2017

Avances con cuentagotas para el sector de la seguridad privada en el nuevo convenio colectivo


A pesar de la puesta en marcha de todo el aparato mediático de los sindicatos firmantes del nuevo convenio colectivo de seguridad privada, para vender las bondades del acuerdo, el texto convence a muy pocos, porque el sector necesitaba un auténtico revulsivo económico y social, y por el contrario, la negociación se ha cerrado con escasos avances, que no dan respuestas a las expectativas de la masa trabajadora.

Han vuelto a hacerlo una vez más y sin el menor rubor. Cuando los trabajadores estábamos clamando y exigiendo la recuperación económica de los recortes sufridos en estos últimos diez años de crisis, más de un 9% de masa salarial, vuelven a firmar un nuevo convenio de retroceso, con congelación salarial y cero euros para 2017, así como un 2% de subida para los años 2018, 19 y 20, cuando ya ha esta altura de año, nos dice el propio ministerio de economía que el IPC interanual está ya en un 2,3%, que habremos de sumar a la perdida consolida antes referida del 9%. Lo que más nos ofende es que piensen que nos engañan, nos llaman a una concentración en toda España que ni ellos mismos publicitan a fin de que fracase y la amenaza de HUELGA que habían anunciado, la olvidan y aparecen a renglón seguido con un convenio ya acordado. 

INSUFICIENTE SUBIDA SALARIAL Uno de los argumentos de peso de los negociadores es que se ha pactado un incremento salarial aceptable, concretándose en una Subida de un 2% para los años que van del 2018 al 2020. Bajando a lo concreto, en un sector que lleva décadas de pérdida de poder adquisitivo, resulta claramente insuficiente esos apenas veinte eurillos de más al mes. Aún así, ni este escaso porcentaje de subida es real, porque en un convenio colectivo de cuatro años, de vigencia entre los años 2017 al 2020, sale a una media por año de 1,5%, porque como todo el mundo habrá podido comprobar, el primer año de convenio se lo han liquidado a incremento salarial 0.

ACUERDOS CON TRAMPA: El viejo truco de la falsa negociación ha jugado también sus bazas en esta ocasión. La parte social subraya con gran énfasis que ha logrado volterar las propuestas más regresivas planteadas por la patronal en el fragor de la negociación. Pero la realidad, una vez quitados el polvo y la paja de la propaganda, es que nos están queriendo colar que dejar las cosas como estaban en el articulado de baja por IT, el complemento de antigüedad y la jornada en el trasporte de fondos es una victoria en toda regla, cuando en realidad no pasa de ser un burdo truco de tira y afloja. Calificar como "mejoras" lo que en realidad es un simple mantenimiento de ciertas condiciones, no es un asunto del cual se pueda presumir en exceso. 

MESA DE NEGOCIACIÓN CON EL GOBIERNO: Otro de los puntos estrellas es la tan cacareada mesa de negociación con el gobierno. A la vista de lo visto (un par de reuniones con escasos avances) es más un argumento propagandístico que otra cosa. De cualquier forma, el gobierno ha hecho referencia a este foro siempre con la premisa de estudiar las condiciones y circunstancias de los vigilantes de seguridad que operan en el ámbito de las administraciones públicas, que supone casi el 20 % del total de vigilantes en activo. El resto, el 80 % restante, parece ser que no son objeto de esta comisión.

SIN CONCRETAR: Se venden en el nuevo texto asuntos que no acabar de estar concretados, y que por tanto, son más bien vaguedades y cantos de sirenas más que avances concretos. Dice que que se contempla "el compromiso de abordar las jubilaciones anticipadas y que se introducen elementos contra la competencia desleal..." todo un brindis al sol que forma parte del relleno de un convenio que no brilla con luz propia.

LOS ARGUMENTOS TORTICEROS DE LA PATRONAL: La patronal ha utilizado durante la negociación argumentos engañosos, mareando la perdiz con mala fe, usando artimañas deliberas con el claro objeto de alargar las reuniones en el tiempo para condenar a todo un sector a un año 2017 de congelación salarial. De igual manera, han exprimido al máximo el pretexto de que la crisis de la que no se acaba el sector era una razón de peso para justificar como aceptables y razonables las prácticas utilizadas por las empresas que están al margen del convenio. Todo ello era, por supuesto, una nueva cortina de humo para vender que dejar las cosas tal y como estaban, era en sí un gran logro.

CUATRO AÑOS DE TRANQUILIDAD: Los sindicatos de la mesa, al firmarle un texto a cuatro años vista, le han asegurado a la patronal un largo periodo sin sobresaltos y con una relativa tranquilidad a precio de saldo. Todo un cheque al portador que la patronal sabrá agradecer.

En fin, resumiendo y para no cansar al personal, al final firman lo de siempre. Que los Vigilantes de Seguridad seamos cada día más pobres les importa más bien poco a las organizaciones sindicales UGT, CCOO, USO y mucho menos a la Patronal APROSER, que tiene otros objetivos que no son precisamente el bienestar del colectivo de trabajadores del sector de la seguridad privada.

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