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17 de agosto de 2015

GIRONA: La alcaldesa Roses pide a Interior que le deje contratar vigilantes contra el 'top manta' cooperación

El Ayuntamiento de Roses (Alt Empordà) ha puesto sobre la mesa de la Conselleria d'Interior una propuesta innovadora en la lucha contra la venta ambulante ilegal. La alcaldesa Montse Mindan ha solicitado que le permitan contratar vigilancia privada para hacer frente a los centenares de manteros que cada verano se instalan en el paseo marítimo del municipio, de dos kilómetros de extensión y que se prolonga hasta la urbanización de Santa Margarida. «Sería una prueba piloto para toda Catalunya y es una medida que se nos ocurrió a raíz de la modificación de la ley de seguridad privada del 2014, que prevé que los vigilantes privados también puedan actuar en espacios abiertos», explicó la alcaldesa.

Mindan destaca que los vigilantes privados estarían a las órdenes y en coordinación con la Policía Local y los Mossos y que en ningún caso actuarían por su cuenta. «Tenemos limitaciones a la hora de ampliar la plantilla de la Policía Local y nuestros agentes no pueden estar todo el día en el paseo. Roses es muy grande y también se les necesita en otras zonas del pueblo», comenta. Por eso, una solución para mantener «la presencia de uniformes» en los lugares donde hay venta ambulante en los meses de verano sería la contratación de este servicio.

CAUTELA / La Conselleria d'Interior está estudiando esta iniciativa, que si finalmente es aprobada podría ponerse en práctica el próximo verano. Fuentes del departamento explicaron que se está a la espera de un segundo informe de los Mossos. «Es un tema muy novedoso y la conselleria quiere ser muy prudente. Se ha de concretar cómo funcionaría técnicamente y jurídicamente. Sería la primera localidad de Catalunya donde se aplicara y todo tiene que estar muy bien atado. Es necesario saber cómo se coordinarían con las fuerzas policiales y cómo funcionarían desde el punto de vista operativo el día a día. Hay que tener mucha cautela», insistieron.

Roses es una de las poblaciones de la Costa Brava más afectadas por el top manta. El año pasado se contabilizaron casi 400 manteros, aunque este verano su presencia se ha reducido notablemente. Además de propuestas innovadoras, este municipio del Alt Empordà puede ser puesto como ejemplo de la cooperación policial. Este año, la Policía Local, los Mossos y la Guardia Civil se han repartido en tres tramos el paseo marítimo para llevar a cabo las tareas de vigilancia con el fin de frenar la venta ambulante ilegal. «Está funcionando muy bien y está claro que lo que estamos haciendo está molestando a los vendedores ilegales», afirmó la alcaldesa.

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